Ramón Valdés Elizondo es un claro ejemplo que la persistencia vale la pena. Después de sufrir que las editoriales lo rechazaran y de autopublicar el libro que tanto trabajo le costó, Oceanía se interesó en su novela y la publicó. "Flor negra: El címbalo de oro" es el primer libro de un total de ocho.
La trama es bastante interesante, pues trata de que un día Ajbeh, un poderoso hechicero, encuentra a una joven que está a punto de morir. Él la rescata y cuida sus heridas, ella, como agradecimiento y como no recuerda nada, decide quedarse con él y servirle. Sin embargo, con el tiempo la joven se convierte en su aprendiz, en aprendiz de hechicera y recibe el nombre de "Boox Nikté" que en maya significa "Flor Negra". Pero Ajbeh se da cuenta de varias cosas sobre Boox Nikté, como lo que había pasado con ella y el futuro que le esperaba. Así pues, antes de morir, Ajbeh le dice que su misión es ir al Inframundo y recuperar una reliquia. Boox Nikté se halla sola, pero confía en su maestro y lo obedece, a pesar de todas las consecuencias desconocidas que tendrá que acarrear por el resto de la vida.
Lo paculiar del libro es que se halla ambientado en el mundo maya, recoge varios mitos y leyendas, así como personajes. Es bastante impresionante la facilidad con el que el autor trae esta cultura y como hace que nos sumerjamos en ella. Sin embargo, la redacción no es del toda convincente, pues, en mi opinión, es demasiado simple e incluso en algunas partes sentí que les pudo haber sacado más provecho. En varios momentos de la lectura, me desesperaba como había pasado por alto algunos detalles que los trae de un momento a otro. Pero la trama es bastante interesante y te enseña varias cosas sobre esta maravillosa cultura, así que lo recomiendo ampliamente. Si tuviera que darle una calificación, le daría un 7.5, pero sólo por la redacción, no por la trama, pues esta merece un 10.
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